Roma: ¡disfrutando del arte!

La familiar sonrisa de Francesco al recibirnos fue un alivio. Este tímido pero amable chaval vivía solo en el periférico barrio de Monte Sacro, era consultor y trabajaba todo el día fuera, pero los momentos que compartimos nos sentimos muy a gusto. Estábamos tan emocionados con el cambio de aires que la primera noche lo avasallamos contándole tantas historias y anécdotas que el pobre acabó mareado y convencido de que los españoles somos unas cotorras incansables.

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Estuvimos un par de días en su casa. Él nos dijo que le habría encantado alojarnos más tiempo, porque le gustaba llegar a casa y tener couchsurfers, pero viajaba mucho por trabajo y tenía que irse. No problem: en Giulio Agricola, en la otra punta de Roma, nos esperaba Arcangelo, otro couchsurfer que se había ofrecido ya para esos días y al que casi apenas pudimos ver (¡parece que los romanos trabajan mucho, eh!). En un parque de su barrio había amplios restos de acueductos romanos pero, como durante prácticamente todo el tiempo que pasamos en Roma, para ir al centro nos tocó chupar siempre tela de rato en bus (imaginad por qué no nos gusta el metro, je).

A lo largo de los días intenté (sin el afán coleccionista de monumentos ni las prisas del turista) enseñarle a Jorge los lugares más emblemáticos de la ciudad… que, como sospecháis, configuran una laaarga lista. Podéis ver una selección de las más de dos mil fotos que tomamos en nuestra galería: para no sobrecargar este blog, es allí -al pie de cada foto- donde os explicamos la historia de cada lugar y algunas leyendas o anécdotas sobre ellos. Aproveché también para saldar alguna de mis cuentas pendientes, aunque no todas: Roma es un helado que prefiero no terminar nunca, para que siempre me guarde sorpresas cuando vuelva.

También seguimos las recomendaciones de los romanos; por ejemplo, nos internamos en la basílica de San Clemente, ese tipo de lugar poco conocido entre los turistas pero que los habitantes de la ciudad te recomiendan enfáticamente, y con razón: esconde un resplandeciente y verde interior bastante peculiar que merece mucho la pena. Lástima que la vigilancia anti-fotos llevada a cabo por frailes con ojo de halcón fuera tan férrea, porque nos habría encantado «picaros» con alguna imagen para que la visitéis.

Museos Capitolinos Amor y Psique

Museos Capitolinos

Y… ¡logramos de nuevo que las visitas nos salieran gratis! ¿Cómo? Bueno, Roma es una ciudad donde, con cero euros, te puedes recorrer la mayoría de los sitios célebres. Pero además hay otros de pago que también merecen mucho la pena, y que no nos queríamos perder. Los Museos Vaticanos son gratis el último domingo de mes, así que está muy claro qué día entramos. Pero… ¿y el resto? Sorpresas de Couchurfing: un miembro de esta red se ofreció a fotocopiarnos una autorización para entrar gratis en los monumentos propiedad del estado. Así entramos sin pagar ni un euro al Coliseo, al Museo Nacional Romano (Termas de Diocleciano y Palazzo Massimo alle Terme), al Museo de los Foros Imperiales… y a los Foros no entramos sólo porque a Jorge se le olvidó el DNI en casa. El papelito también nos permitió pasar a los Museos Capitolinos pagando sólo 2 euros (que fue lo único que nos gastamos en turismo durante toda nuestra estancia en Roma; ¡y fueron 2 euros bien empleados, porque mereció la pena!). Estuvo bien descansar de convencer taquilleros, sí…

2 Respuestas a “Roma: ¡disfrutando del arte!

  1. Hola maria me parece super tu historia y fotos en Roma
    Te cuento que estoy por Napoli (1ra vez) y me gustaria si me puedes dar una lista de sitios a visitar y tips tambien =D
    Tambien a fin de mes viajo a Roma y me gustaria que me comentes sobre la fotocopiar de la autorización (museos,teatros…)
    Mi correo es logan_1516@hotmail.com
    Muchas Gracias
    Saludos
    Luis Sanchez

    • ¡Hola, Luis! Lo siento, veo ahora tu comentario… es raro pero no me llegó aviso al correo. Pues lo de los sitios que ver en Nápoles ya supongo que te llega tarde (y además nosotros estuvimos más por la región de alrededor, tuvimos poquito tiempo en la ciudad, que a mí siempre se me resiste -garantía de que tengo que volver a por ella-). En cuanto a la autorización… fue simplemente un golpe de suerte. Conocimos por casualidad a alguien que la tenía… pero si no, o conoces en el país a alguien que podría tenerla (estudiantes de historia, arte, humanidades, profesores, guías…) o lo tienes crudo 😦
      Espero que te fuera genial tu viaje por Italia 😀 Abrazoooos.

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